Porque votar a Lacalle Pou (Parte III)

Queridos correligionarios; nos encontramos nuevamente y esta será mi última entrega antes de la jornada electoral decisiva que viviremos el próximo 26 de octubre. Debido a la censura de mis compañeros no se me ha permitido publicar el jueves antes de comenzar la veda. Se ve que se reservan el último golpe. Están desesperados porque saben que…”Se viene Lacalle Pou, Lacalle Pou, Lacalle Pou”

Hoy no les voy a hablar de los motivos económicos ni filosóficos por los cuales les solicito nos den su voto. Hoy quiero hablarle a cada corazón, cada alma, cada sentimiento. Hoy quiero apelar a su sensibilidad, a su don de gentes, a su amor por la patria.

Después de leer esta nota quisiera pedirles que se queden 15 minutos en silencio, reflexionando, hurgando en su más profundo ser y dejen salir esa energía positiva que todos llevamos dentro. Y esa energía positiva no puede menos que llevarlos a votar por un candidato positivo, centrado, de buena familia. Un candidato que si hubiera nacido en Londres sería un Gentleman, un Sir.

Quiero que no solo visualicen a Lacalle hijo, visualicen también a Luis Alberto Lacalle Herrera, nuestro último gran presidente. El que quiso modernizar el país y no lo dejaron. El que entendió que las empresas públicas no tenían que estar en manos del estado solamente, sino también en libre competencia con las multinacionales. ¿Cuánto creen que saldría la nafta hoy si Ancap no tuviera el monopolio? ¿Cuánto antes hubiera llagado la fibra óptica si la hubiera instalado Movistar o CTI? Los comunistas no lo dejaron.

El presidente que tuvo el coraje de no convocar los consejos de salarios y promover así la negociación entre obrero y patrón. La unidad familiar de la empresa sin injerencias ni del estado ni de los sindicatos comunistas. El presidente que nos representaba a todos, obreros, comerciantes, productores, ganaderos, estancieros, industriales, banqueros, sin excluir ni favorecer a ninguno.

El presidente que no le tembló el pulso cuando tuvo que cerrar el Banco Pan de Azúcar, el que no le tembló el pulso cuando tuvo que mantener el estado de derecho frente a los subversivos que querían impedir que Uruguay deportara a los etarras asesinos y si tenía que reprimir no se andaba fijando en los derechos humanos ni en si eran balas de goma o de plomo.

Piensen en él y en el orgullo que como padre sentirían ustedes si ven que su hijo llega a la presidencia de la republica desplazando a los comunistas y tupamaros. Cuando voten a su hijo sientan que también lo están votando a él y sientan ese orgullo.

Quiero que piensen también en Julita, esa madre abnegada que mientras su esposo dirigía los destinos del país, educaba a ese hijo en su etapa más díscola. Y se hacía tiempo también para la caridad con los más humildes y necesitados a través de Acción Solidaria. ¿Se acuerdan? Y si se acuerdan, recuerden también a todas esas madres que dejaban de lado sus deberes familiares para reunirse a tomar el té de las 5 con Julita y devanarse los sesos para elegir a quien destinar su caridad. No como este gobierno que derrocha los dineros de todos haciendo viviendas para pichis que no la saben cuidar, que ni bien terminan de recibir la llave arrancan el inodoro para venderlo en la feria. Porque Julita entendía que no había que ser generosa sin ton ni son, había que elegir a aquellos que sabían agradecer lo que se les daba, aquellos que sabían su lugar en la escala social y no pretendían morder la mano de quien le daba de comer.

Cuando voten a “Cuquito” quiero que sientan que están votando también una forma de entender la beneficencia que se llama Julita Pou. Y no importa lo que digan los comunistas. No es cierto lo de los desvíos de fondos de Acción Solidaria ni lo de que la agarraron robando en la Tienda Inglesa. Julita jamás haría eso. No tiene necesidad.

Quiero que piensen en las personas que rodean a Luisito. Piensen que si gana Luis también gana Larrañaga. Después de tantos intentos, nuestro “guapo” se va a sacar el gusto de ser presidente. Va a ser el presidente de la Cámara de Senadores y si Luisito se va de viaje…¡¡ Va a ser presidente de la republica!! Y recuerden que el presidente de la Cámara de Senadores ni siquiera tiene que hablar, para eso tiene secretarios. No importa si se le entiende o no lo que dice, nuestro “Guapo” tendrá quien lo traduzca. ¿No les parte el corazón? ¿Se imaginan lo que va a sentir cuando Mujica le diga “Sr Presidente, ¿me permite la palabra?”? De solo imaginarlo me saltan las lágrimas de alegría.

Piensen en que vamos a volver a repartir la torta y la vamos a repartir bien. Dando a cada cual lo que se merece de acuerdo a su conocimiento, su esfuerzo y su capital.

Piensen que vamos a poder devolverle a “Puchi” Romh el Banco Comercial!!! Pobre “Puchi” que hace años que no puede salir de su residencia en Miami porque estos zurdos tienen orden de captura pedida. Piensen que si ganamos, ganan también los colorados y les vamos a poder devolver el banco a los hermanos Peirano!! Luego de que giraron la plata de miles de uruguayos a las islas Caimán para salvárselas del corralito y los inescrupulosos banqueros de allá no la quisieron devolver, los comunistas los metieron presos. Porque ellos no saben reconocer a quien se sacrifica por sus semejantes. Y si por alguna desgracia algún otro banco se funde durante nuestro gobierno, no dudaremos en ayudar a sus accionistas para que no queden en la ruina como les pasó a los Peirano. Porque nosotros no abandonamos a los nuestros. Porque nadie quiere fundir un banco pero esas cosas le pueden pasar a cualquiera y aún quedan bancos por fundir.

Cuando ponga la papeleta dentro del sobre, piense en todas estas personas, piense en que hay muchas más, como Javier García, como Moreira, como Garcés, que están mirando su granito de arena para devolverle a esta sociedad el orden moral, social y cívico que nunca debió perder. (Gracias Vescovi).

Piensen en mí, que voy a estar como ustedes, con el corazón en la boca, esperando a las 20:30 para escuchar al “Sordo” González decir que hay segunda vuelta y que los comunistas no tienen mayoría parlamentaria para, acto seguido, encender la mecha de esa batería de fuegos artificiales de 500 dólares que tengo guardada para la ocasión.



Brindemos todos juntos esa noche y levantemos nuestras copas de Dom Perignon en honor de nuestros caídos en batalla. En honor de Braga, de Cambón, de Grenno. Dios los guarde en su gloria. Brindemos también por todos los utópicos, los principistas, los desencantados de izquierda, que pensaron que cuando el FA ganara llegaría el día del socialismo y se defraudaron. Por todos aquellos que no les alcanzo con tener trabajo, salario y salud porque lo que querían eran nuestras riquezas y no nos las pudieron sacar. Un agradecimiento para ellos también.