Porque votar a Lacalle Pou II

Acudiendo en ayuda de nuestro columnista “Por la Positiva” también conocido por “Pequebu” hoy les traemos una nueva entrega de los motivos que le harían votar a este pro-hombre de la política nacional.

Desde un enfoque internacionalista e integrador. Desde un enfoque igualitario. Porque Lacalle no es solo una cara bonita, es un conjunto de ideas que como dice el jingle “somos marea que sube, rebelde y conquistadora.

Antecedentes

Si usted tiene 35 años o más se acordara del slogan de la campaña electoral que llevo a la presidencia al padre del actual candidato. Decía el Cuqui viejo “No queremos jóvenes que piensen en el pasaporte sino que usen la credencial”. Y si recuerda bien, recordara también, como aumento la cantidad de plebiscitos. También aumento la cantidad de personas jóvenes, y no tanto, que emigraron. No se pudo cumplir con todo pero al menos cumplimos con lo de usar la credencial.

Siempre fuimos, desde que yo tengo memoria, un país de 3 millones. Unos nacen, otros se mueren, otros se van, la población crece muy lentamente. Y eso implica varios beneficios; acá nos conocemos todos, somos pocos pa' repartir, no tenemos grandes conflictos sociales, étnicos o ideológicos. Como somos pocos nos integramos mejor.

Inmigración

Pero eso está cambiando. Si usted camina por el centro se percatara de la cantidad de inmigrantes que están llegando a nuestro paisito. Está lleno de dominicanos, peruanos, bolivianos, ecuatorianos (no los distingo mucho pero seguro que hay de todo). Y ya no son las bolivianas que traían las familias bien de Carrasco o Punta Gorda para salvarlas del hambre y de paso enseñarles a tender camas y lavar, cocinar, planchar etc. Como quien dice a educarlas en los quehaceres domésticos según el manual del Crandon.

No señor. Ahora vienen a prostituirse. ¿Usted va a cualquier casa de masajes y que se encuentra? Mínimo 3 dominicanas. Hasta en ese rubro están dejando a nuestras jóvenes sin trabajo.

Se toma un taxi y lo conduce un dominicano que te lleva a tu casa y a la vuelta te asalta a Fitzgerald Cantero como a cualquier otro diputado que ande suelto sin distinguir entre personas asaltables y personalidades intocables.

Va a la feria y se encuentra que está lleno de puestitos con chalecos multicolores de procedencia dudosa y notable mal gusto. Aparte de los puestitos donde soplan la quena acompañados de un parlante que reproduce un C.D. a todo volumen destrozando temas de Los Beatles y nuestros tímpanos.

No solo eso. De repente te aparece en la frontera un nigeriano u otro africano que llego pensando que llegaba a Miami. O te aparecen una cantidad de africanos, de quien sabe qué país, que estaban trabajando mucho en un barco y, enterados de las facilidades para no hacer nada que brindamos, deciden bajarse en esta parada e instalársenos en la ciudad vieja con la complicidad del sindicato de marinos.

Pero esto no es todo. Resulta que también quieren traer a unos sirios. Cuatro familias te dicen y vos te quedas tranquilo que serán a lo sumo 16 personas ya que cualquier familia medianamente normal no debería tener más de dos hijos. (Excepto que seas del Opus Dei que tiene prerrogativas especiales brindadas por la Santa Sede)

Pero no. ¡¡¡Son 43!!! Tienen más hijos que los pobres y los del opus sumados. Y esos tipos que vienen de la guerra, con los complejos y reflejos que eso conlleva, se van a quedar acá. O sea, tipo que si lo tenes de vecino no se te vaya a ocurrir pedirle que baje la radio. Te caga a tiros o a machetazos. Otros que escuchan la música a todo volumen son los dominicanos esos, ponen unas cumbias espantosas y hasta bailan en la calle. ¡¡Habrase visto!!

Y vos pensas “ta’, peor no puede ser”. Te equivocas porque ni bien pasen las elecciones nos van a traer unos presos –como si acá no tuviéramos pocos- de Guantánamo. Unos terroristas que quien sabe que hicieron, que les hicieron y como los dejaron. Imagínate que si al sirio no le podes pedir que baje la radio, al terrorista no lo podes ni cruzar por la vereda que te encaja un coche bomba en la puerta.

Para peor estos tipos, los sirios y los terroristas, no son católicos, ni siquiera evangelistas son, son musulmanes!!! O sea que están acostumbrados a verle solo los ojos a una mujer. Si le ven el pelo se ponen cachondos, si le ven las manos se alzan, si le ven la planta del zapato se ofenden, imagínate que tu hija pase por delante de uno de ellos de minifalda y top escotado. Si vos pensabas que un obrero del SUNCA era lo peor que se podía cruzar tu hija vestida así ahora vas a tener que contratar a ese obrero para que la proteja de todos esos psicópatas degenerados.

Volvamos atrás y retomemos el porqué de esta columna. ¿Porque votar a Lacalle Pou?

Porque con él nos aseguramos que estas políticas migratorias se reviertan. No solo por su don de gentes ni sus ideas para protegernos.

Sino, y principalmente, porque si repite la estrategia de su padre ¿Quién va a querer venir a un país donde la gente se atropella pa´irse?



Ta Clavao!!