Y algunos de los de ahora
En este espacio, que algunos han definido como machista, intentaremos rescatar los viejos valores. Los valores que nos identificaban como género dentro de la especie humana, los que nos hacían un ser único e inconfundible. Los valores de un HOMBRE.
Con el correr de las últimas décadas y de las nuevas agendas de derechos inventadas por el capitalismo para transformarnos en un nuevo nicho de mercado donde colocar sus productos, el hombre ha pasado a ser una mezcla rara, un andrógino con pene.
De aquella máxima que rezaba “El hombre es como el oso, cuanto más feo más hermoso” hemos derivado a los “metrosexuales” de ahora, que hasta se afeitan el orto. Se tiñen el pelo, se ponen cremas defoliantes en la cara, se hacen la manicura, y si siguen por ese camino seguramente terminen por desaparecer como género para pasar a ser una fémina con chota y rechota.
Por suerte aún quedan especímenes a la vieja usanza, especímenes rústicos, sencillos, grotescos si se quiere pero mucho más naturales y espontáneos que esos que se pasan 30 minutos en al baño cada mañana y no precisamente pensando en una mujer.
En este nuevo espacio iremos describiendo algunas de esas conductas que nos hacen perder la fe en la supervivencia de la especie, e intentaremos traer a la memoria como debe comportarse un HOMBRE para no perder la poca dignidad que le va quedando.
El pelo
Un hombre de los de antes se lavaba la cabeza cada vez que se bañaba, ya fuera una vez por mes o todos los días. No se preocupaba por la alopecia, ni por el tenor graso de sus cabellos. Como máximo se ponía un poco de gomina o de gel para dominar ese remolino rebelde o para tener el pelo dominado durante las horas que le llevaran conquistar a una dama. Se lavaba la cabeza con el primer frasco que manoteara en la ducha, así fuera “Vita manzana” y si no había ningún frasco se refregaba con el jabón que minutos antes se había pasado por las pelotas, fuera lux o bulldog. Una buena espuma con los ojos bien cerrados (si no quería quedar ciego refregándose los ojos como un poseído con la toalla) y enjuagándose al toque.
El andrógino actual puede llegar a tener un surménage frente a la góndola del supermercado, si no encuentra el shampoo Dove con partículas de sorongos de dinosaurios que le revitalizan el pelo de la raíz a las puntas dejándole un brillo y suavidad 876% más fuerte que la versión del mes pasado. Lee las instrucciones, se deja el shampoo 235 segundos para que haga efecto, se lo enjuaga, se pone la crema de enjuague masajeando suavemente el cuero cabelludo y desparramándola de la raíz hacia afuera en círculos concéntricos y en el sentido de la veta, la deja actuar el tiempo recomendado por los mejores estilistas del Reino Unido, la enjuaga bien y por último se pone un óleo nutritivo con queratina de ballena que le fortalecerá los folículos capilares
El hombre de antes iba a la peluquería y/o barbería y le decía al peluquero “Como siempre Juan”, desplegaba el diario y comentaba con el peluquero los resultados del futbol o las carreras mientras este le cortaba el pelo unos centímetros, parejo y cuidando de no dejarle ninguna escalera. Pagaba y ta'.
El andrógino actual, va a un “coiffeur” o “estilista”, se hace un tratamiento con leche de ordeñe, se sienta en el sillón y le pregunta al andrógino que se para detrás con las tijeras como cree él que le quedaría mejor un peinado. El andrógino 2 le recomienda un nuevo estilo que está haciendo furor en la última convención de estilistas de Kuala Lumpur mientras le alcanza una revista para que vea a otros andróginos luciendo dicho “Look”. El andrógino cliente ojea y se convence. El andrógino estilista procede a rebajarle las puntas, le entresaca del lado derecho y le rebaja el cerquillo. Mientras tanto, una damisela que esta pa' darle hasta que Lacalle se afilie al Partido Comunista, le lima las uñas y le destiñe los pelos de las manos. El andrógino no repara en la minifalda, que se le sube por las pantorrillas a la damisela en cuestión, ni en su remera blanca traslucida y escotada que no intenta ocultar unas glándulas mamarias que podrían hacer una enorme contribución a la erradicación de la desnutrición infantil. El andrógino cliente está enfrascado en una discusión sobre Moria Casan, Flor de la V y Jorge Rial con el andrógino estilista. Después de terminar su nuevo estilo se mira en el espejo por 3 minutos mínimo haciendo gestos de aprobación mientras intenta dominar una erección incipiente producida por su propia imagen reflejada. Pasa por la caja y aprovecha para comprar la última crema para el tratamiento nocturno de extractos de guacamole enano y poronga de avestruz.
Lamentablemente los “estilistas” cada vez son más y los HOMBRES cada vez menos. Lamentablemente si uno va a una de esos lugares y le dice “Pasame la maquina con el puente dos” será observado como si fuera un orangután y un mal ejemplo para los niños.
Lamentablemente esta es recién la primera columna de las muchas que desarrollaremos, ya que actitudes comparables se dan en todas las esferas de la vida y el HOMBRE va siendo conducido lenta pero inexorablemente a la más cruel de las extinciones, la de mimetizarse con el sexo opuesto.
Un andrógino hubiera puesto el sexo complementario.
4 comentarios :
Para ser la primera es excelente. Lo que nos espera! Alta calidá- Ahora pregunto: la difiereinecia entre anrógino y puto es irreconocible verdad? Porque uno puede ser medio esquisito con la pinta, pero dejar de prestar atención a un ejemplar categoría A del sexo opuesto, ya es otra cosa. O no? por que hay de éstos también, que se las tiran de machitos pero son artos tiburones blancos. No se, un oporte. Siga así , por esa senda que nos vamos a llenar de adeptos el blo.
Como para ser la primera es excelente?! El androgino es el pasó previo a la indiferencia hacia el sexo femenino?
El hombre ha perdido su masculinidad debido a la intromision de la mujer en aspectos que historicamente eran del sexo opuestos, por lo tanto los verdaderos hombres,toman las riendas de la guerra e invanden terreno enemigo
Estoy de acuerdo en que han invadido nuestras esferas otrora exclusivas mas no con la estrategia de invadir las suyas.
Asi no se gana esta guerra, esta guerra se gana demostrando que somos los mas adecuados para nuestras tareas viriles y resistiendo hasta que esta moda ridicula pase a ocupar un lugar en la historia.
Publicar un comentario